Un duo pues apto para dirigir el diseño e implementación
de reformas críticas y ambiciosas para hacer un dinosaurio más pequeño y
ágil pero más capaz de generar valor público.
En primer lugar hay que señalar
que si Francia no ha hecho estos deberes
en estos tiempo ya es hora, porque nosotros en España ya lo hemos hecho y algunas cosas, muy bien.
En segundo lugar nada de lo
propuesto es ajeno a la Ciencia de la Administración, las categorías utilizadas
son propias y hasta viejas y propias de los diversos estadios de la NGP que ya
debía estar superados o procesos de reforma y modernización administrativa.
Tenemos en el propuesta categorías
tales como E-adm, empowerment, street
level bureaucracy, dirección
profesional, sistema abierto e empleo público, contractualizacion, calidad,
gestión del talento, laboralización, flexibilización, desconcentración,
meritocracia, frenos al pantouflage,control, objetivos, resultados, … y en suma
una suerte de medidas para eliminar las disfuncionalidades ya denunciadas en los
enfoques estructuralistas (Merton, Pselznick)
y neoestructuralistas (Eztzioni, Blau-Scott, Maynt, Crozier) de la
burocracia.
Sinceramente era de esperar algo más novedoso e ingenioso por parte de quienes han
estado tantos años en el seno y en las
periferias de la haute fonction publique francesa. No obstante la realpolitik nos diría que la Francia no aposto por la
NGP, debido a su contingencia y resistencias organizativas del modelo
continental (vid. Informe a la reforma Copérnico Belga). El centralismo y
principio de unidad de acción de Bonnin sigue presente en la Galia y quizás
por la amplitud territorial y la dimensión de la Administración francesa otrosí
de los territorios de ultramar estaría
bien pensar en un sistema intermedio entre su tradición tan jacobina y el
costoso desafuero español de las autonomías, en pro de cierta flexibilización,
desconcentración, apoderamiento o
agencialización.
En entrada de 6 de junio de 2007 di cuenta de un artículo publicado en ABC,
Comunidad Valenciana intitulado Sarkozy: ¿será el matadinosaurios?, con
relación al apelativo en la doctrina de que la NGP no consiguió ser un
meteorito capaz de destruir a la vieja Administración Pública. El antiguo presidente de infeliz actualidad y
dudosa gestión política, en la segunda
vuelta de las elecciones presidenciales, prometió dirigir su nación
restableciendo “el trabajo, la autoridad, la moral y el mérito”, rediseñando el modelo del Estado del bienestar, pasando
de un paradigma de un Estado-Administración subsidiador a otro garante de la
posibilidad generalizada de una prosperidad equitativa. Es decir, un Estado que
garantice y fomente un clima de progreso y desarrollo continuo y sostenible, se
sobreentiende. Para ello ha puesto la condición o la exigencia del compromiso
colectivo del esfuerzo y el mérito individual.
El eslogan era «ensemble» (si unidos lo queremos y lo
decidimos... Nous pouvons rendre à la
France sa grandeur...). Si Sarkozy
hubiera matado al dinosaurio disfuncional, Macron no volvería a intentarlo.
Recordemos pues a Crozier y su obra El
Fenómeno Burocrático de 1969.
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