jueves, 24 de mayo de 2018

Ciencia en la Gestión Pública (2): Tímidos avances y grandes retrocesos


Supuesta la hipótesis fuerte de que no tenemos un escenario de institucionalización de análisis de políticas públicas ni menos todavía alguna suerte de proceso analítico adecuado, instrumental, normalizado, universal o básico/general. Tan sólo puede hablarse de instancias y experiencias concretas  sobre todo en la dinámica de control de gasto o  programas subvencionados por la UE o IFIs y casi siempre  dirigidos al control ex post de resultados o de procesos.
La acepción políticas públicas es muy sufrida y existen éstas  desde que Dye las conceptualizó como todo los que gobiernos hacen o dejan de hacer. Esto es una equivalencia con la acción gubernamental, la decisión pública o similares. Lo que no existe con carácter general son las políticas públicas conforme  al análisis teorético-normativo de estas, no obstante la inmensa problemática epistemológica que encierra. Pero entre la nada o el mero discurso complaciente y el todo existe una zona aceptable de cientificidad para mejorar la decisión pública que podrá o no terminar en una política.
Según reciente  sondeo, el 73% de los españoles se siente pesimista sobre la situación del conjunto de España, y solo el 23% dice ser optimista. Ni la edad ni el nivel educativo cambian los resultados si bien  son más pesimistas las mujeres (55%) que los hombres (45%), toda vez que el pesimismo está claramente más extendido entre quienes se definen ideológicamente de izquierda (85%) que entre quienes se sitúan en la derecha (55%).  Sobre la situación económica del país, el 64% la califica de mala, y el 80% de los ciudadanos asegura que España no ha salido todavía de la crisis: el 26% piensa que lo hará pronto y el 54% cree que todavía pasará mucho tiempo para ello. Nos encontramos con una incongruencia entre cómo juzgan los españoles la marcha de la economía en general y cómo califican su situación económica en particular. En este sentido, el 52% cree que la economía mejora, pero solo el 8% reconoce que ha notado esa mejoría en su bolsillo.
Y sobre el mercado laboral, la visión de los españoles sigue siendo muy negativa, quizás porque todavía hay 3,8 millones de personas apuntadas a las listas del paro: el 78% de los españoles considera que encontrar trabajo es difícil y el 92% juzga insuficientes para vivir los salarios que se ofrecen.
A mi modo  de ver esta situación es un diagnostico de cómo se deciden las políticas y que  como hemos dicho muy a menudo más próximas del modelo de cubo de basura que de cualquier modelo analítico, incluso e un comprensible y complaciente hoy modelo de factibilidad (Meltsner y Majone) muy centrado en las restricciones del sistema.
Miles de millones de pesetas (1.747.053.000)  son los supuestos beneficios del último listo  político valenciano detenido, ya que en pesetas comenzó su mandato y en 10.5 millones de euros lo ha terminado (1995-2002). Privatizaciones, adjudicaciones  y demás negocios jurídico-administrativos es donde el político no debería  meter sus narices,  pues no entiende ni conoce de lo que es mejor técnicamente desde el punto de vista para la gestión pública ¿Por qué hay que privatizar la ITV?, porque fue la primera agencia inglesa en el marco de la agencialización del programa Thatcher nex steps iniciative, no creo que ni conozcan el NSI de los ’80, ni tan siquiera que es una agencia pública. ¿por qué  se hizo la privatización a favor de un señor X y no de Y ?
¿Por qué se adjudicaron negocios públicos a los sobrinitos de siempre? Cuál era su solvencia profesional y otros factores que exige la contratación administrativa claramente desde 1995, cuando se inicio este mandado político.
Caliente esta noticia nos despertamos con otra similar,  la UDEF  de la Policía Nacional ha lanzado una macrorredada en Cataluña por el supuesto desvío dinero de unos 2 millones de euros en programas de cooperación y de ayuda social para la financiación del procés. Pues como el caso Blasco valenciano, el dinero se ha derivado de partidas de cooperación internacional que supuestamente iban dirigidas a proyectos en Marruecos, Bosnia y América Latina, pero que acaban en asociaciones 'proprocés' como ANC, Omniun, CATmón, entre otras. Miremos hacia atrás en los casos anteriores y veremos más de los mismo, y con lo que tiene que aparecer aun de grandes obras  realizadas en el periodo del progreso valenciano, pues seguro que lo mismo.
En la 5ª Conferencia Braibant de 2006 del Instituto Internacional de Ciencias Administrativas (IIAS) JOCELYNE BOURGON manifestó  la necesidad de una teoria normativa nueva  sobre Administración Pública ante un modelo administrativo actual de  transición que no casa ya con la teoría clásica y aún no cuenta con el sustento de una nueva y unitaria Teoría administrativa. Su propuesta se presenta como síntesis de ambas experiencias, como  integradora, cuyas bases son las que siguen;
ü Una ‘ciudanía’ entendida más allá de su condición de votante, cliente o consumidor, que reconozca su implicación y participación en las decisiones, de tal manera que su inclusión de la toma de decisiones asegure una mayor confianza en el gobierno, y por ende aumente la legitimación de este.
ü Un ‘Interés público’ basado en tener más en cuenta los intereses de la ciudadanía como colectivo y no sólo un agregado de  intereses privados.
ü Los ‘Servicios a los ciudadanos’ han de aumentar en su cantidad y calidad, merced a las nuevas exigencias y las nuevas técnicas disponibles, prestadas por la sociedad del conocimiento, las TICs…
ü En cuanto a las ‘políticas públicas’ estas deberán tener en consideración la necesidad de contar con actores no gubernamentales que coadyuven en todo su proceso. Los gobiernos cada vez serán jugadores privilegiados que habrán de negociar, facilitar soluciones y resolver problemas, y en te cometido los empleados públicos desempeñarán un papel decisivo.
ü La búsqueda de un menor papel del Estado no ha supuesto más confianza  ni un mayor grado de satisfacción en la ciudadanía, ni tampoco una sensación de mayor seguridad. Este tiempo ha sido un mero aprendizaje a través de experimentos, lo que debe ahora debatirse para la una Teoría nueva sobre el rol de la Administración, es la conciliación entre las libertades de la esfera privada y los valores comunes que afecta a la esfera colectiva. 
Esta propuesta sobre un gobierno respetado, responsable y receptivo tuvo la inmediata réplica de POLLIT   señalando  se  precisa  de una reconceptualización del interés público que se acomode a los aspectos más coercitivos y regulatorios del Gobierno y además requiere encontrar acomodo específico ante las diferencias entre las distintas funciones públicas y ante una Administración fragmentada, dispersa y diversa. Y lo que es más importante  la idea de Bourgon está más en la búsqueda de una nueva Teoría de la democracia liberal, que sobre la propia Administración.  Es decir la buena administración vendrá cuando la clase política quiera que así sea y esta buena administración pasa por ello para situarse en una pretensión de enfoque científico en la gestión de las políticas públicas además del consabido profesionalismo en determinados puestos decisorios

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