Bluntschli, en el libro 11 de la precitada obra, se pregunta ¿Qué es la Administración? que
hasta entonces se comprendía bajo en la expresión 'policía' - para afirmar que comenzar diciendo que esta
expresión;
·
Ha anulado en parte la de policía,
pero no ha sido puesta en claro sino por la escuela moderna, y todavía se
toma en diferentes sentidos, comprendiendo, según los casos, un círculo más o menos
extenso de atribuciones y de actividades.
·
Es opuesta a la Constitución o a la ley
y designa la actividad concreta y
variada del Estado, considerada en el detalle, por oposición al orden público y
jurídico general y permanente.
·
La ley y la Administración se oponen
como la voluntad general y la voluntad particular; como el orden general y la
disposición especial: la ley fija los principios y los límites de la
administración, la cual se mueve libremente en este cuadro legal, no siendo una
simple aplicación de la ley.
La Administración
se opone también a la política, ésta comprende entonces la alta dirección
general del Estado; aquélla, la actividad detallada inferior; la una es la misión
del hombre de Estado, la otra la de los funcionarios técnicos. Pero matiza que (…) esta oposición es naturalmente muy elástica.
La política no puede marchar sin el concurso de la Administración, y muchos actos
administrativos toman un carácter político por su importancia general. El
hombre de Estado se remitirá a la administración generalmente, para muchas
cosas, pero en ciertas circunstancias no hay acto administrativo, por insignificante
que sea, que no deba llamar su atención. …el gobierno decide sobre la paz y la guerra, y la administración organiza y regula los detalles de estos
actos(…
· La Administración, se opone también a la justicia civil, penal y administrativa: la una protege el
derecho perturbado, la otra busca y realiza la utilidad.
· En sentido estricto se puede distinguir en Administración civil
en general de ciertas ramas más especiales de administración técnica, como: la administración
militar, financiera, de trabajos públicos, y de instrucción pública.
· La palabra administración tiene también con frecuencia un
sentido amplio y no se limita a la esfera de la vida pública. Existe también
una administración privada que tiene su base en el derecho privado, y se deja
al arbitrio de los particulares (familia, sociedad, religión,…)
· La Administración Pública, revestida de fuerza coercitiva, extiende
su acción por donde quiera que las necesidades o la seguridad de la nación lo
exigen, siendo su verdadera esfera la del imperium y la de la
jurisdictio, que no puede abandonar a la administración privada.
· El Estado puede exigir a sus funcionarios pruebas de capacidad,
y una educación científica y práctica; vigila e inspecciona su acción, les pide
cuenta de ella y les declara responsables.
· Pero la administración pública tiene también sus peligros. Una
vez afirmada y tranquila llega a ser con frecuencia un vicio ordinario de la
burocracia, la corrección en la forma y la negligencia en el fondo, y es a
veces arbitraria, parcial o impotente para darse cuenta exacta de los intereses
privados
Nótese de
una parte que uno de los prohombres -
para la era ortodoxa americana en especial
- por la separación política-Administración, declara que, existe oposición –como sucede con la justicia civil,
penal y administrativa - pero a la par, la
política y la administración son entendidas como funciones paralelas y complementarias
del Estado y la oposición entre ambas no debe ser muy rígida sino 'elastica'.
A la par sostiene que el Estado goza
del bienestar de la sociedad y padece sus males, y la sociedad necesita con
frecuencia del auxilio del Estado, por lo que en la división entre la sociedad
y el Estado, Bluntschli sostiene una oposición no radical, por lo que el estadista
debe poner sus ojos igualmente en los intereses generales y los intereses
individuales, apostando por una suerte de subsidiariedad estatal respecto de la
administración privada, cuando predomine
el interés privado y las fuerzas que suministra la sociedad sean suficientes,
oponiendo asimismo a una exagerada
supervisión del Estado sobre la administración privada, porque asfixiaría la
libertad – siguiendo aquí a Vivien - . Bluntschli afirmaría que el comunismo
reivindica la autoridad del Estado
para el beneficio de la
comuna, "para la muchedumbre
grosera".
Su maestro, Lorenz Von Stein, como
promotor del Estado social y conocidos
los efectos de la revolución de 1848 mantuvo sus prejuicios
en la lucha clase como instrumento de cambio, abogando por una reforma
desde arriba, con la figura ideal del ‘Monarca Social’
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