Bluntschli, igualmente al tomo II, libro IV se
ocupó en el capítulo V de la "organización
y funciones principales del poder de
policía" y este aspecto es de especial interés para entender el tránsito
hacia la nueva Ciencia de la Administración
y el deslinde entre los aspectos políticos y los nuevos meramente
administrativos, pues en la segunda mitad del siglo XIX, aún la ciencia de la policía coexistía con la
administración. A pesar de que ideológicamente se había declarado su defunción.
Parece que en un momento de desarrollo de la Administración Pública y la
privada (sociedad civil, desarrollo del capitalismo industrial,…) es importante
mantener un rol publico de vigilancia del orden y de la seguridad, y a la par
el de procurar la prosperidad, y no limitar al Estado a
mero garante de un ordenamiento jurídico como se sostenía por el derecho
administrativo (vg. Von Arentin).
Todo parece indicar que la autonomia administrativa en ese
momento es muy parca aún y la cuestión de la ‘policía’ ha sido muy poco aclarada
- la doctrina entiende ambitos distintos - y defiende, la utilidad de un hacer
más allá del derecho en el fin del
Estado, ya que la policía no es peligrosa para la libertad ni amenazadora para
el derecho cuando se interesa en pro del bien común, aunque sí cuando se desempeña
inepta é ilegítimamente su cargo. El autor mantiene la pertinencia en la
función administrativa de sus dos aspectos ( positivos y negativo) y se
posiciona opuesto a que la policía haya
sido diferenciada de las funciones tutelares y técnicas, y que Rossler
identifica con la administración strictu sensu- , por ser contrario a la unidad de la administración pública.
Es propio del tiempo decimonónico que el monopolio de la
violencia esté en manos del Estado y que la coacción y la fuerza externa sean elementos
definitorios de la administración pública, como aplicación y ejercicio de la
autoridad del Estado. La solución como hace Von Mohl, Bluntschli sitúa a la
policía dentro del Estado de derecho, pero al margen del Derecho Administrativo.
Y diría sobre ella
· La policía es el verdadero centro y la más clara expresión de
la administración del Estado.Hoy distinguimos más claramente entre la policía y
las funciones puramente técnicas y de tutela que no tienen poder
coercitivo.
· En la esencia de la policía debe distinguirse dos
direcciones principales, una 'negativa' encaminada a hacer desaparecerlos daños
que amenazaren a la sociedad, y removerlos
obstáculos que al libre movimiento de la misma se pusieren y que se denomina
conservativa por dedicarse a defender la seguridad del país y, otra 'positiva',
que tiene por objeto la busca diligente del bien común, a la que suele llamarse productiva, o policía de
prosperidad
· El organismo dela policía no debe, por tanto, constituirse
de modo que las dos direcciones o tendencias que hemos dicho aparezcan enteramente
separadas la una de la otra, y mucho menos de suerte que aparezcan reñidas
entre sí hasta el punto de hacer inútil e ineficaz la institución.
· Hay, en la policía
dos tendencias distintas por cada una de las cuales recibe nombre especial; una
la 'preventiva', palabra que da a entender el cargo que tiene la policía
de prevenir los daños que en lontananza amenazaren a la sociedad y de atajarlos
con útiles disposiciones; y la segunda la 'represiva', en cuya virtud le
reconocemos el derecho y obligación de reprimir severamente los atentados
contra la pública seguridad, y de remediar los males que ya hubieren sobrevenido.
· Un resumen sinóptico de la sistematización que hace Bluntschli
sería el que distingue entre;
I. La alta policía política o sea policía del Estado; toda aquella
vigilancia que para la existencia y seguridad interior de un Estado debe
desplegarse.
II. La policía individual o sea la vigilancia, desplegada en
defensa de la existencia y seguridad del derecho de los particulares. Se comprende
bajo este aspecto título:
- Policía de provisiones.
- Policía sanitaria (medios materiales y pernales).
- Cuerpo de seguridad al cual pertenece la vigilancia(gendarmería,alguaciles,
polizontes, serenos,bomberos…) Señala aquí Bluntschli que el oficio de la
policía no es desempeñar cargos
administrativos ni de justicia, sino la vigilancia del orden y de la seguridad.
Como hiciera Francia en esos momentos el
resto de países habían comenzado a
retirar a la autoridad de policía el derecho de imponer castigos, otorgándolo
sólo a los jueces, para evitar los abusos del poder de policía.
III. La policía de la
cultura, y cuyas subdivisiones
particulares eran;
- policía de las costumbres (tutela, censura,tabernas,
tiendas, bibliotecas casas de juego y
burdeles)
- la política sobre la prensa
- El cuidado de la vida social del pueblo, de sus diversiones y
su comercio personal (Edilidad, policía social.)
- Policía de protección y de beneficencia (pobres de
nacimiento,huérfanos de familia; los niños ilegítimos menores, viejos, enfermos,
imposibilitados y arruinados )
IV. Policía del Estado y de la economía social. Que incluye;
- Inspección de cauces de aguas, la construcción de puertos de mar,
faros para la navegación.
- Inspección de los caminos y vías públicas, construcción de puentes.
- La vigilancia sobre las fuentes y plazas públicas.
- La policía sobre la economía social
Se ha señalado por la doctrina que la
Ciencia de la Administración es deudora en Alemania y en general de
Gaspar Bluntschli, pero especialmente
la americana le debe mucho, no obstante su especificidades en el inicio de esta.
Wilson en su Estudio de la Administración Pública de 1887
recepciona su pensamiento para su nueva Administración americana sumida en la corrupción de los
partidos por mor del spoil system y, afirma
(…)
Pero, ¿dónde ha crecido esta ciencia? Sin duda, no de este lado del océano…
Ésta ha encontrado sus doctores en Europa. No es creación nuestra; es una
ciencia extranjera
…. Por otra parte, sería fácil mostrar otros
ejemplos, como el de la influencia de Stein en Prusia, donde el
liderazgo de un estadista imbuido de un auténtico espíritu público transformó
unos cargos arrogantes y pasajeros en instrumentos de gobierno justo imbuidos del
espíritu público.
... Eminentes escritores alemanes insisten en ello como cosa sabida. Bluntschli,
por ejemplo, propone separar la administración tanto de la política, como del
derecho (…)