lunes, 13 de marzo de 2017

Administración Pública y Gobernabilidad: Teoría de lo Público, Valor público y Confianza básica (y 3)

Una lectura sistemática ubicaría la propuesta de Moore  dentro de la etapa de la NPM, si bien coincidente con  las propuestas de segunda generación, en las que la eficiencia y el control presupuestario no es lo más importante o lo único que hacer. Se trata desde luego de una estrategia gerencialista  pero específica para lo público, lo que de suyo ya tiene de valor añadido, aunque solo sea por la superación de la memez y el papanatisno de imitar lo que no es útil, aplicar isomorfismos inacoplables, desatender las contingencias, por quien sumido en ideologías `pret a porter’, obvia el qué ni el cómo de lo público.
De otra parte  visto el marco teórico sobre el  ‘Valor Público’ este debe  centrarse  en la capacidad de los Gobiernos para que sus Administraciones  orienten su trabajo hacia lo que más le importa a la gente  y con sus preferencias.  El resultado de esta situación es mejorar la calidad de vida, ser más efectivos en la provisión de servicios públicos y sobre todo, contar con una mejor capacidad de respuesta. Se produciría más valor público si se genera un buen nivel de vida y oportunidades y garantías  en el su  acceso universal.
 Un indicador de valor público (IVP) es  el Índice de Desarrollo Humano –IDH-   elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.  Tres parámetros vienen  a  configurarlo;  1) el nivel de ingresos por persona;  2) el nivel educativo y 3) la esperanza de vida actual.  Es posible calcular el desarrollo del valor público en cada país - “Índice de Efectividad de Valor Público” (IEVP)- y así valorar periódicamente la calidad de sus políticas como sostiene Hintze.
Pero a mi juicio  este valor debe transcender la materialidad de los bienes y servicios y debe  relacionarse con otra aspiración en el modelo de bienestar, cual es  el mantenimiento de la ‘confianza básica’. Es éste un  término de psicología social  -  deudor de Eriksson en el área de infancia y sociedad - , para referirse al bienestar que produce la tranquilidad de confiar en que no va a pasar nada grave  en sus vidas. Su pérdida  supone en  general un estado de  ansiedad  y temor colectivo de carácter anticipatorio  (vg. terrorismo, catástrofes...) Supone tanto la capacidad que tienen las personas para confiar en sí mismos y eventualmente en los demás. La confianza básica de la colectividad  en la Administración Pública  depende en gran medida del respeto por los valores y principios fundamentales tanto por la comunidad de Gobierno como por la propia  sociedad, que procura entenderse a sí misma y respetar los derechos de sus miembros. Hay buena gobernabilidad si la sociedad piensa que los poderes públicos minimizan los riesgos de toda suerte en la vida ordinaria  o garantizan el pronto restablecimiento del orden o status quo en los casos extraordinarios.
La gran prueba para un gobierno democrático es si su ciudadanía prefiere los servicios públicos  o los privados, y saber por qué. Es sabido, pro ejemplo,  que la ciudadanía finesa en su totalidad prefiere la educación pública a la privada, y no es porque sea gratis o más barata. Que sea eficaz por su contenido y medios, inclusiva, ajena a las intromisiones ideológicas, correlacionada con otras políticas sociales sobre la familia, etc. parece que constituye un acervo plausible universalmente.
La gobernabilidad de hoy se plantea como reto general  mantener los índices de valor público y los niveles de confianza básica de la ciudadanía propios del welfare state en un contexto en el que hábitat ha mutado.
La NPM en este sentido o no ha podido, no ha querido o no ha sabido mejorar el estatus y menos aún hacer gala de uno de sus eslóganes, ‘ hacer más y mejor  con menos’. Casi el paradigma que nos ha legado sea el de  ‘hacer menos y peor’ y la lección la de que ‘los políticos lo hacen pero que los funcionarios’. Ya hemos tenido ocasión de afirmar que en términos generales la NPM ha sido calificada de fracaso, no obstante algunas buenas propuestas. Entre ellas debemos considerar la del valor público y desarrollarla teórica y empíricamente en el paradigma dominante  Europeo de ‘Estado neoweberiano’,en virtud de al menos dos de  sus grandes características ;  Reafirmación del rol  del Estado como el principal facilitador de soluciones a los nuevos problemas de la globalización, el cambio tecnológico, los cambios demográficos y la amenaza al medio ambiente; … y  preservación de la idea del  servicio público con un estatuto particular, sobre su cultura y condiciones.

Cfr.
Conejero Paz, E. (2014). “Valor Público: una aproximación conceptual”, 3C Empresa vol.3 – 1.
Frederickson,H.G (1991).   “Teoría del público para la Administración Pública”, Administration & Society,.22- 4.
Hintze, O.  ¿Es posible medir el valor público? Biblioteca Virtual TOP sobre Gestión Pública.
 Moore, M.H. (1995). Creating Public Value: Strategic Management in Government, Harvard University Press.
Pinazo Hernandis, J. (2007). Neoinstitucionalismo  estratégico y gobernabilidad: un enfoque sistémico y prospectivo para políticas de  gestión pública en América Latina, Univ. Alicante. 

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