martes, 17 de mayo de 2016

Ciencia y Democracia o Decisionismo y Estado Total (2)



Schmitt extendió sus críticas al liberalismo, al parlamento como institución y al parlamentarismo como forma de gobierno, por ser   incompatibles con su idea de democracia directa, y que prescinde de representantes y elecciones, como mecanismos  que impiden la  inmediatez de la voluntad popular. Consecuentemente tampoco   acepta la idea de pluralismo, ya que  a la democracia le es propia la homogeneidad y la unanimidad, y esa unidad política, debe hacer desaparecer las diferencias.
La unidad política es central a la posición decisionista que se mantiene, pues esta  unidad es representada por el ‘sujeto de la decisión’. Nada que sea político es ajeno al Estado y, también  la decisión de qué es político, y qué no lo es, le corresponde únicamente al Estado. Schmitt introdujo el término “decisionismo” en el prefacio a la edición de 1928 de Die Diktatur, en referencia a los fundamentos legales de la dictadura y la teoría del estado de emergencia en el derecho constitucional, aunque  ya había utilizado la categoría de “decisión” para definir su propia concepción de la política frente a la filosofía del romanticismo.
El Estado total es una ruptura con los principios políticos y constitucionales y  a la par,  un afianzamiento del autoritarismo soberano, consecuencia de la crisis del parlamentarismo que el citado autor había diagnosticado tiempo atrás y cedieron el paso a un Estado dictatorial hecho para la "decisión",  no para la discusión.  Así pues el decisionismo, se muestra   como una teoría ética y política según la cual la obligatoriedad de las normas no reside en su fundamentación, sino que está determinada por la decisión de alguien con autoridad.
Para Schmitt, sólo en una dictadura se puede llevar hasta sus últimas y lógicas consecuencias la esencia del funcionamiento técnico del Estado moderno.La eficacia de este funcionamiento depende de que el interés técnico instrumental no se vea distorsionado por otro tipo de consideraciones. La dictadura representa así el medio instrumental más afín al surgimiento del Estado moderno, el cual es, en esencia, una organización técnica y ejecutiva. Hay una triple dirección hacia la dictadura integrada por el racionalismo, la tecnicidad y la ejecutividad [que] señala el comienzo del Estado moderno; éste ha nacido de una técnica política.

Diría así  (...)  resultará imposible que una organización funcione bien si las personas encargadas de la ejecución reclaman, en virtud de cualesquiera intereses, una cooperación o control independientes que partan de puntos de vista distintos al del funcionar técnico en cuanto tal (…)
(…) dentro del ejecutivo que funciona bien, una vez que están dados los presupuestos para ello, no hay ya ningún acuerdo, convenio ni consulta con el órgano del ejecutivo (…)
(...) el ejército y el servicio civil burocrático adiestrado, los "ejecutivos", constituyen la médula de ese Estado, el cual es por esencia ejecutivo (…).

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