jueves, 7 de enero de 2016

Retos de hoy y del inmediato mañana para los expertos en Administración Publica (1)

En entrada a este blog  de 22 de junio de 2015 hablamos de  La Estrategia de Confianza de la OCDE’   en el marco del paradigma actual de Trust in Goverment, que también ha sido asumido por el Comité de expertos en Administración Pública de la ONU (CEPA-ECOSOC) en su 14a sesión  del  20 a 24 de abril 2015 dedicado al  'Fomento de la confianza en el gobierno en consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible’.  A tales fines se debatió en torno a; 
 1) Redefinir las relaciones y responsabilidades para apoyar la gobernanza participativa y prestación del servicio público;  Se concluyó en que  los derechos humanos son la guía de las acciones de los gobiernos en la escena política y social y han de ser la base para el desarrollo de medidas legislativas marcos, políticas, programas, asignaciones presupuestarias,… Pero deben ir acompañadas de un  buen gobierno, incluyendo marcos jurídicos e instituciones apropiadas, así como políticas  administrativas adecuadas  para cumplir con los derechos y las necesidades de la población. El buen gobierno supone un  ejercicio del poder a través de procesos políticos  transparentes, responsables ante la ciudadanía y con su participación.
2) El fortalecimiento de la innovación, prioridades, toma de decisiones y la integración de la formulación de políticas para aumentar el impacto; En este sentido se precisa de políticas que fomenten  la producción agropecuaria  facilitando los imputs (tierra, el agua, la tecnología, la investigación, la formación, las finanzas, …), y a la par, que incardinen  a la mujer en dicho proceso.
3) La promoción de las instituciones responsables, el liderazgo ético y la integridad para  construir la confianza en esfuerzos para garantizar el desarrollo sostenible;  Se precisa en ello el empoderamiento a favor de  instituciones, promover y fomentar la integridad  inspirada en valores y ética.

Tan actual es el tema de recuperar la confianza en el aparato de gobierno que  la Braibant Lecture del Congreso IIAS de 2015, versó sobre tal cuestión, en su conferencia Los Ciudadanos y los Servidores Públicos: ¿Cómo la relación de confianza está evolucionando?, propuso  lo siguiente;

(… ) Creo que tenemos que colaborar con los medios sociales, trabajar en los desafíos de la desagregación entre los problemas de privacidad y los  de seguridad.
… y aprender a comunicarse de manera efectiva en este nuevo entorno.
… Así que mi siguiente observación es que para ganar la confianza hay que  ganársela y comprometerse en   una apertura real a estar influenciado por su efecto.
…La gente quiere lo que funciona, no necesariamente lo más barato. Sí, tenemos que mejorar la confianza, pero no estamos buscando un final de cuento de hadas, necesitamos la cantidad correcta de la confianza, la confianza suficiente para satisfacer nuestras necesidades, las necesidades de la sociedad.
…Si creemos que tenemos que recuperar la confianza, tenemos que empezar a responder  adecuadamente ante  el comportamiento poco ético o el mal uso de la confianza. Esto significa elevar la conciencia de la Administración Pública acerca de cómo podría y debería, ser ésta para los ciudadanos, y conlleva  el apoyo a los administradores públicos en el fortalecimiento de las bases de la confianza a través de compromiso significativo con los ciudadanos como parte de la buena gobernanza (...)

La fragmentación, la diversidad de los enfoques en el estudio de la Administración Pública y la especial complejidad del fenómeno administrativo genera muchos problemas y contradicciones, no solo epistemológicos, sino sobre todo en la praxis.  Una teoría crítica demostraría los presupuestos falsables del paradigma clásico, tales la separación política-administración o la presunción de actividad de servicio,  y los elevaría a factores  de primer orden en la contradicción  y el conflicto y que, su expresión en la praxis está en la causa de la mayoría de los litigios, como muestra de lo disfuncional.
Que el paradigma predominante se articule en torno a una recuperación sobre la confianza de quienes nos gobiernan es algo no sólo propio de los signos de los tiempos sino de la exigencia democrática, con conexión científica con los estudios sociológicos de alcance. Como hemos visto si en 1975, CROZIER, HUNTINGTON Y WATANUKI presentaron a la comisión trilateral un informe sobre la "crisis de gobernabilidad de las democracias",  en el año 2000,  PUTNAM Y PHARR  en un infrome más actual justificaron el abandono  del tema de las crisis de gobernabilidad, por uno nuevo  derivado de que en los albores del siglo XXI, el debate ya no es si la democracia sobrevivirá o si está en crisis, sino en qué medida los líderes y las instituciones democráticas podrán satisfacer las expectativas y necesidades de la gente. La cuestión sigue abierta y no tiene fácil factura entre otras razones  porque me parece que  sigue siendo de actualidad el diagnóstico de Robert Dahl efectuado en 1947  sobre la necesidad de resolver los valores normativos de la Ciencia de la Administración  y la predictibilidad del comportamiento administrativo. Los nuevos paradigmas, en especial el Trust in Goverment tienen que resolver estas cuestiones con carácter previo si pretende ser alternativa políticamente normativa.
Por ser otra moda administrativa,  la transparencia  debe ser bienvenida como instrumento al servicio de recuperar la confianza, pero de poco servirá  si no se está  dispuesto a asumir sus efectos, cuando estos van incluso contra  sobre intereses de personas o grupos concretos en el gobierno-Administración. La transparencia debe producir el efecto inmediato de la deslegitimación de quien administra lo público, cuando los datos así lo manifiesten. La transparencia permite creer en un gobierno porque en él hay ética, integridad y honestidad, sin perjuicio de que se equivoque.

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