viernes, 25 de octubre de 2013

Pensamiento político y Administración Pública (2): Hoy y Ayer

Si resulta grato dar cuenta de un libro propio, no menos resulta de hacerlo de otro compañero, cuyo buen hacer literario redunda en la formación de los alumnos. Me refiero al Libro ‘La Ética de la democracia. Sobre la política de John Dewey‘ del profesor Miguel Catalán, compañero en los estudios de Ciencia Política  y de la Administración. 
En este blog vengo dando fundamentalmente una lectura de la Administración Pública desde una perspectiva sociopolítica-funcional, sin perjuicio del aspecto técnico-organizativo y alguna referencia al aspecto jurídico. Por ello se impone tener siempre presente el rol del Estado Administrativo. El libro de M. Catalán por sí merece una glosa para cualquier politólogo pero yo lo hago aquí por su interés en los estudios comparados sobre Administración Pública.
 Se nos cuenta de Dewey su idealismo por la democracia a la que considera ‘el límite ideal de la asociación humana’ considerando que sus instituciones aseguran una suerte de dominación superior a  otras formas de organización social. Para el autor es tanto un sistema de gobierno como una forma de vida. Frente a otras postras más liberales, considera que la sociedad es más una comunidad de individuos, previa y naturalmente imbricados entre sí.
En el marco de  la era progresista que le toco vivir considera de vital importancia la educación como factor de progreso, así diría “la democracia tiene que nacer en cada nueva generación, y la educación es su comadrona”. Pero  esta democracia añadiría, pues no es sólo la política  la cual no perdura más que cuando hay una democracia social. Pues  bien en  el marco que suponen estos prolegómenos ideológicos, esta suerte de democracia social-ista – equidistante entre capitalismo feroz y comunismo totalitario- supone una idea sobre la Administración Pública.    Así es de recordar que lo que se denomina como Administración Pública Progresiva (PPA)  es la respuesta del pensamiento administrativo a las necesidades de  la era progresista como un conjunto de ideas sobre la Administración de la era del progreso entre finales del XIX y principios del XX en los EE.UU y se desarrolla durante el S. XX como el equivalente anglosajón de la APT hasta el surgimiento de la NPM. En ella el tema central de la gestión pública era como limitar la corrupción, el derroche y la incompetencia que impedían de manera ostensible el progreso. Así entonces para Dewey el Estado está obligado a intervenir allí donde las actividades de un grupo ponen en peligro en riesgo el interés colectivo. Frente a posiciones contrarias se opone a que por ley se limiten las facultades de intervención estatal, pues ante determinadas situaciones ello impediría actuar en pro del interés público.
Como nos dice M. Catalán las ideas de Dewey están en vigor, no sólo porque fueron nutrientes del New Deal y su influencia en el welfare state, ahora huérfano de sabia intelectual para su reconceptualización. Además porque buena parte de los problemas denunciados sigue sin ser resueltos. 
Con todo me  quedo con esta manifestación –porque parece apuntar una cosmovisión de las estructuras sociales- de J. Dewey recogida en ‘Human Nature and conduct’ que parece dicha para hoy (…) la religión se ha perdido a sí misma en cultos ,dogmas y mitos. Consecuentemente, la tarea de  la religión como sentido de la comunidad y el lugar de uno en ella se ha perdido (…) En vez de resaltar la libertad y la paz del individuo como miembro del todo infinito, se ha petrificado en una esclavitud de pensamiento y sentimiento, en una intolerante superioridad de los pocos, y en una intolerable carga para los muchos (…)
Esto que nos suena  por tener, en buena parte del pensamiento religioso una gran recepción la necesidad de reformas en la estructura formal  eclesial, y  un adalid en la persona del actual Papa. Resulta que en no menor grado también está pasado en las instituciones políticas y administrativas que lejos de ser el instrumento de liberación del más débil, aun sirve para agudizar sus males.  La democracia esta capturada por pocos – recordemos la Teoría elitista de Gaetano Mosca  o los postulados marxianos sobre la superestructura y su teoría sobre la burocracia - la Administración Pública, más que nunca es prisionera de la ineptitud y del clientelismo y de los que se benefician  de las buropatologías, escondiéndose buena parte de  la  indolencia en las estructuras formales. ¿Cuántos en lo público no trabajan a costa de otros compañeros? ¿Cuántos no trabajan a costa de los impuestos de otros? … El problema de los denominados ‘free riders’ es una de los grandes problemas irresolutos para la Gestión Pública, y una de las causas del colapso del WS  
Acaso lo que se resalta acerca de Dewey no es coincidente  con el ayer del Leviathan y con Von Stein, quien siguiendo a  Hegel, se decidiría por la prioridad del Estado sobre la sociedad, pues (…)  el   principio del Estado conduce a la libertad, el de la sociedad conduce a la servidumbre (…).
 

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