viernes, 29 de julio de 2011

Asesores y asesorados (2): tekné y fontanería

Salvo honrosas excepciones los asesores no asesoran, no es el tekné lo que determina su selección sino su fidelidad - ahora más personal que de grupo –. El personal eventual en una inmensa mayoría es sólo de confianza y no existen los asesores en cuento al bien primario que estos podría producir. Su conocimiento técnico como aportación a la solución de un problema o al establecimiento de una tecnoestructura organizativa en la estructura administrativa.
Los asesores para subsistir en un sistema político caracterizado por un clima de gran desconfianza. inestabilidad, ineficacia, servidumbre y feudalismo no pueden contradecir a los políticos, dejándose llevar por una dinámica del ‘Sí, Sr. Ministro’, y dar pábulo y legitimidad a lo que estos hacen. Primordialmente predomina en la cotización del personal la supuesta habilidad para resolver problemas extra legem o contra legem o mediante el uso de canales o de relaciones informales.
El uso de asesores, no sometido a ninguna regla ni criterio como puede ser el ‘spoil system de circuito cerrado’ para la libre designación o algunos puestos críticos directivos, es hoy uno de los vestigios más claros del "sistema del botin", que como es sabido dominó en los Estados Unidos desde el siglo pasado, siendo uno de los factores desencadenantes de la corrupción e ineficacia de la Función Pública, hasta tal punto que su eliminación uno de los aportes más importante de la reforma de la Ley de Servicio Civil en 1978 en ese país, llevada a cabo por el presidente Carter, en virtud de la cual el nombramiento de los magistrados y funcionarios del gobierno se basarían en el mérito, en lugar de la influencia política.

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