viernes, 20 de marzo de 2009

Sarkozy: ¿será el matadinosaurios?

ABC, Comunidad Valenciana

Miércoles, 6 de junio de 2007

En nuestro país vecino el candidato Sarkozy, tras lograr el 53,06% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, ha prometido dirigir su nación restableciendo «el trabajo, la autoridad, la moral y el mérito». Igualmente ha hablado de rediseñar el modelo del Estado del bienestar, pasando de un paradigma de un Estado-Administración subsidiador a otro garante de la posibilidad generalizada de una prosperidad equitativa. Es decir, un Estado que garantice y fomente un clima de progreso y desarrollo continuo y sostenible, se sobreentiende. Para ello ha puesto la condición o la exigencia del compromiso colectivo del esfuerzo y el mérito individual. En la Ciencia Política y de la Administración se ha utilizado la expresión de que la denominada Nueva gestión Pública no ha conseguido ser el meteorito que mató al dinosaurio del modelo de Administración Pública Tradicional o Progresiva (Hoods,1994).
Los cambios introducidos dentro de los procesos de reforma y modernización administrativa acaecidos en los últimos veinte años aunque afortunadamente, no han dejado incólume al modelo Administración del bienestar, simplemente la ha adaptado al nuevo hábitat. Es decir, el modelo burocrático previsto para la era industrial-postindustrial ha sido revisado para la nueva la era de la información-conocimiento y la necesidad de una gestión neoburocrática mediante la informática y demás TICs.
Mucho me temo que los dilemas más importantes de nuestra sociedad (éticos, sociales, adaptación, innovación y equidad) puedan solucionarse arrumbando al modelo, del que Francia y muchos de los países emuladores se sienten más orgullosos y a la vez cautivos: el de los servicios públicos. Administrar es prestar servicios públicos y esto lo hacen fundamentalmente los dinosaurios de las Administraciones del os países de la UE. Países España entre ellos, que han seguido un progresiva adaptación al hábitat y que no es casual que no se dejaron, en su mayor parte entusiasmarse por las venturosas y prometedoras nuevas lógicas en la Gestión Pública más propias de los países anglosajones como Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda a la cabeza.
Si quiere verse a Nicolás Sarkozy como el hombre que va a romper el status quo político-administrativo de La France, me temo mucho que ni el mismo quiera, ni pueda hacerlo, por muy encantador de serpientes que se le quiera ver. El eslogan «essemble» -juntos- de Sarkozy no permite en sí una extinción del orden de la Administración progresiva.En el libro dedicado a tal idea él mismo señala el compromiso con las generaciones pasadas y futuras de restablecer a la Francia su grandeur (si unidos lo queremos, y lo decidimos... Nous pouvons rendre à la France sa grandeur...).
Si atendemos al programa electoral bajo el eslogan de un cambio en los servicios públicos podemos encontrarnos con frases como, « nuestra visión no es la del cliente, sino la del ciudadano,...ha de ser el servicio público el que se adapta al ciudadano y no al revés » los servicios públicos han de servir para una mayor cohesión social y territorial. Se habla igualmente de la necesaria reforma de las modalidades de gestión de las función pública, estatal, territorial y hospitalaria que afecta a unos cinco millones de empleados públicos, pretendiendo, entre otras cuestiones, una reforma del sistema retributivo, en función de la evaluación del desempeño personal.
Me arriesgo a pensar que la grandeur de la France no permita adelgazar mucho al Estado-Administración -como pretenden las opciones liberal-conservadoras -sin tener que desatender los territorios de ultramar, la sureté, la force de frappe nuclear, la SNFC, las empresas de interés nacional, como Gobelins, S_vres...)
Podrá gestionarse de otra manera La Santé, La Poste, el Ente Autónomo de los Transportes Parisinos (RATP)... pero me temo que muchos de los logros del estado providencia no tienen vuelta atrás. Baste recordar que uno de los fallos para que se produjera el 11-S en EE.UU., fue debido a que la seguridad de control de pasajeros había sido por cuenta de las aerolíneas privadas -trabajo de una precariedad y rotación sin igual-.
Dicha catástrofe supuso la creación de una agencia federal USA (Transportation Safety Administration), dependiente del Ministerio de Transportes que implica que el control de equipajes y seguridad quedan en manos de 28.000 empleados federales.
El programa electoral del candidato de la UDF sobre la creación de un Ministerio ad hoc para la inmigración y la identidad nacional sí ocasionara cambios en las políticas sociales. En la Política UE de la inmigración hay tres modelos: de integración; modelo asimilacionista y modelo Multicultural. El modelo de Sarkozy , mediante la implantación de un contrato de integración -que supone el conocimiento de la lengua y aceptación formal de los valores culturales como prerrequisito- entraña la opción del modelo integracionista, con políticas cerradas encaminadas hacia una inmigración escogida, de reagrupación familiar... que combina una lucha contra la inmigración ilegal, los matrimonios de conveniencia, fomentar la cooperación con los países de origen, especialmente África. Esto sí va a generar cambios en algunos sectores y servicios prestacionales de la Administración, sobre todo en las de las Colectividades Territoriales que sentirán el impacto del cambio.
A buen seguro se reformarán algunas instituciones políticas, habrán reformas en el sistema de Gestión Pública, por supuesto y algunas esperamos que novedosas e impactantes por sus efectos positivos. Ha de notarse que estamos en un proceso de modernización administrativa dentro del marco de las propuestas de la OCDE-UE. Un viaje sin billete de vuelta en el que la reforma del modelo de Administración decisora, gestora y presencial (providencia-bienestar) empieza a cohabitar con nuevos roles como es la Administración relacional, reformadora, prospectiva, proactiva, y estratega. Cambios que suponen el restringir su participación en la prestación de servicios y mayor dedicación a regular y aplicar un marco flexible en el que pueda desarrollarse la actividad económica.
Combinar seguridad y libertad, sigue siendo el dilema de la gobernabilidad en occidente y esto Francia lo lleva de una manera muy concienzuda teniendo muy en consideración cual es el rol de su Estado-Administración, no sólo por la propias internalidades y externalidades positivas que provoca en sí mismo, sino por que no hay alternativas fiables a un modelo de Administración de mínimos.
Por el momento puede decirse que «si el meteorito de la New Public Managment no mató al dinosaurio de la Administración tradicional en los países en los que se implementó, tampoco creemos que ni lo quiera ni lo pueda conseguir Nicolás».

Publicado en http://www.abc.es/20070606/valencia-valencia/sarkozy-sera-matadinosaurios_200706060336.html

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