viernes, 20 de marzo de 2009

Políticos y políticas para una gestión del cambio climático


ABC,Comunidad Valenciana

19 febrero 2007


Cuando un acontecimiento o pronóstico para el sistema de bienestar exigible en una comunidad se presenta como amenaza, se requiere de la identificación concreta del problema y de las alternativas para su solución. En términos politológicos se requiere dos especiales condiciones: políticas públicas bien formuladas y elaboradas y Políticos emprendedores que las impulsen.Hace poco ha entrado en escena es España como actor de refuerzo internacional Al Gore, quien sabe como se gestionan las políticas y los problemas existentes entre su formulación y su elaboración. Lo sabe desde su formación académica, su experiencia como Vicepresidente USA y responsable de la reforma administrativa federal del «National Perfomance Review», además de su compromiso personal y económico en la ayuda en la catástrofe del huracán Katrina en Nueva Orleáns.

Pero no está sólo aparece también el sigiloso Gorbachov. Es paradójico, pero sobre todo plausible y estimulador que desde posturas y responsabilidades tan dispares en el rol político de hace años Al Gore con su programa «An Incovenient True» y Mijail Gorbachov con su fundación «Green Cross International» estén coincidiendo en la promoción de los compromisos políticos para llevar cabo lo consensuado por 173 países en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro de 1992 y el específico Protocolo de Kyoto de 1997.

En USA los Estados están tomando sus propias medidas apostando por el desarrollo sostenible con el necesario cambiar del «american way of life». Recientemente California al firmarse en septiembre de 2006 un pionero proyecto de ley para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con la pretensión de que antes del año 2050, reducirán las emisiones a un 80 por ciento inferior a los niveles de 1990. Iniciativa precedida por el programa del Departamento de Ecología del Estado de Washington tan aplaudido.

En España se acaban de anunciar las medidas diseñadas por la Administración del Estado en su rol estratégico, se atisba ya que la implementación-ejecución de las mismas va a corresponder a los tres niveles político-administrativos.

Algunas Administraciones locales andan tiempo tratando de cumplir -al menos formalmente- con la denominada «Agenda 21 local», también programa de Naciones Unidas de 1989 que trae causa del famoso informe Brutdland sobre «Nuestro futuro común» y que puso en evidencia la insostenibilidad del desarrollo y la crisis ambiental. Gran parte de los objetivos de la Agenda dependen casi en exclusiva del papel de las comunidades locales. Es decir, de las decisiones, actitudes y comportamientos de los ciudadanos y autoridades locales. Debido a su proximidad con los ciudadanos, desempeñan una función importantísima en la educación y movilización de la ciudadanía en pro del desarrollo sostenible.Y ahora nos preguntamos quien será el «político emprendedor» aquí en la Comunidad Valenciana que lidere tan singular batalla. Ahora todas las opciones políticas juegan a ser verdes con cierta variedad en los espectros e intensidades. Disponemos de organizaciones ecológicas con influencia en la red de políticas. El macro ambiente apoya sin duda este rol de emprendedor. Pero hay un reto de difícil factura, porque siendo una apuesta de futuro, exige medidas de presente. Si la verdad es incómoda, más lo serán los compromisos de una sociedad, a la que se le presume civilmente madura y responsable.

Nos estamos refiriendo a quien se capaz de convencer que se debe cambiar el estilo consumista de vida, anclado en una incombatible concepción economicista de la vida, y sobe todo de un superestar de gran comodidad y holgura.

Más que nunca este emprendedor necesita de colaboración, ni le hace falta el arrojo de Churchill ni la soledad política de Bravo Murillo. Traducido en términos politológicos supone actuar estratégicamente en una gobernabilidad bajo el paradigma de una gobernanza leal y comprometida. Aquí y ahora la Administración autonómica valenciana tendrá que gestionar muy bien la red (constructores, promotores del turismo, transportistas...) para convencer, proponer e imponer medidas incómodas y hasta drásticas, mediante políticas regulatorias y redistributivas...

Un análisis DAFO (debilidades- amenazas- fortalezas-oportunidades) aportaría una ventaja comparativa: La inmensa riqueza ecológica que tiene el interior de nuestra Comunitat, que debe ser protegida y sobre todo disfrutada sin grandes impactos ambientales. Todas las zonas limítrofes con Teruel, Cuenca y Albacete (v.g la manchuela conquense, la sierra de javalambre,) pueden ser objeto de promoción y desarrollo (sostenible) ante su baja densidad poblacional y gran espacio.

En el inicio de la disciplina del análisis de políticas públicas, en la década de los 50 se definían éstas con una expresión tan simple como la de que suponían todo aquello que los gobiernos decidían hacer o no hacer. La Administración del Estado ya ha señalado las líneas generales y algunas operativas. Ahora corresponde empezar por limpiar el hogar. Habrá que ir pensando en qué hacer, no hacer o hacer distinto.Pero lo que haya de hacerse además tiene que ver con el compromiso global para el cambio climático. El Programa de naciones unidas para el medio ambiente (PNUMA) ya señaló que «Los países desarrollados, productores principales de los gases invernadero, tienen la máxima responsabilidad en la mitigación del cambio climático y también en la transferencia de recursos y tecnologías a los países en desarrollo para que se adapten él». Ahora nos toca jugar en casa.

Publicado http://www.abc.es/hemeroteca/historico-19-02-2007/abc/Valencia/politicos-y-politicas-para-una-gestion-del-cambio-climatico_1631557413793.html

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